¿Qué tipo de música encaja las ceremonias religiosas?

En las ceremonias religiosas, aunque no existe ningún esquema fijo a seguir con respecto a la música, debemos adaptarnos al culto. Debido a ello, en la mayoría de nuestras intervenciones sólo podremos tocar música sacra, aunque también depende de la permisividad de cada sacerdote. Asimismo, se nos exige que estas intervenciones sean breves y  con un volumen limitado, para no restar protagonismo al discurso del sacramento ni retrasar la hora de su clausura. Sin embargo, las intervenciones de las entradas y de las salidas generalmente pueden incluir cualquier tipo de música, puesto que ambos momentos quedan fuera de la liturgia. En cualquier caso, los novios deben ser responsables de enseñar previamente al sacerdote tanto la música como los momentos escogidos para obtener su visto bueno, ya que en caso contrario, el sacerdote podría cambiarnos las intervenciones escogidas a última hora.

También es buena idea acordar el sitio en el que nos colocaremos, que debe contar con acceso a enchufe y tres sillas, además de ser lo suficientemente amplio tanto para la largura del piano como para los otros dos instrumentos, y permitirnos tener visión del altar. Generalmente recomendamos que la música suene desde el coro de la iglesia, ya que suele contar con una mejor sonoridad, aunque también podemos colocarnos en los alrededores del altar.

Teniendo lo anterior en cuenta, el estilo del repertorio queda completamente a vuestra elección, pudiendo ir desde música clásica, hasta bandas sonoras u otras obras más modernas, según el propio gusto de los novios. Para ello, os recomendamos echarle un vistazo a la lista completa de nuestro repertorio, además de orientaros con algunas de nuestras sugerencias.

¿En qué momentos interviene la música?

El número de intervenciones se sitúa entre ocho y catorce obras, interpretadas en los momentos más representativos de la ceremonia, que debemos acordar previamente con los novios u otros organizadores de la boda. Como ya os hemos explicado anteriormente, el visto bueno del sacerdote es fundamental en esta clase de ceremonias para evitar cambios a última hora, por lo que los novios deben informarle previamente de las intervenciones escogidas, con el fin de comprobar que son adecuadas. Además, el sacerdote debe ser consciente de cuándo vamos a intervenir, de cara a compenetrarnos y no interrumpirnos mutuamente. Aunque los novios deben ser responsables de informarles de estas cuestiones, por nuestra parte también solemos repasarlo todo con ellos al llegar a la iglesia.

Según nuestra experiencia, creemos que los momentos más indicados y comunes son los siguientes:
  • La música debe dar comienzo a la ceremonia anunciando la entrada de los novios, con una canción para cada uno de ellos en el caso de que entren separados, o con una sola canción si entran al mismo tiempo. En teoría, a día de hoy los novios deben entrar juntos en la iglesia, aunque la mayoría de las parejas mantienen la antigua tradición por la que el novio suele entrar primero. Generalmente podemos tocar canciones no sacras en esta parte, puesto que aun no ha comenzado la liturgia, pero esto depende de cada iglesia. Asimismo, los momentos finales de esta intervención podrán ser acortados, ya que debemos dar paso al inicio de la ceremonia, una vez que los novios ya se han colocado en sus asientos y que el sacerdote está preparado para empezar el discurso.
  • Tras el inicio de la ceremonia, tendrán lugar distintas lecturas de los salmos y el evangelio. Cuando las dos o tres personas que realizan estas lecturas finalizan su intervención, nosotros solemos tocar un breve fragmento de alguna obra sacra, generalmente el estribillo, como transición al siguiente momento. Por tanto, debemos ser informados de cuántas personas van a realizar lecturas, de cara a saber cuándo tenemos que comenzar a tocar.
  • En este punto llegamos al momento más importante de la ceremonia: el rito del matrimonio, en el que los novios se dan el sí quiero y se intercambian los anillos y arras. En este caso, solemos intervenir con una canción para piano solo, cuyo volumen vamos graduando para adaptarlo a las palabras que pronunciaréis, de manera que se os escuche claramente en todo momento. Por tanto, esta canción sonará de fondo y en bucle hasta que finalice este momento. Sin embargo, debéis tener en cuenta que algunos sacerdotes no permiten que haya música en este momento, ya que no quieren restar protagonismo a la palabra.
  • Tras las peticiones, solemos tocar un fragmento breve de una obra sacra cuando el sacerdote da paso al ofertorio. Si la ceremonia no incluye misa, esta parte puede no llevarse a cabo.
  • Otro de los momentos en los que solemos tocar un fragmento breve de música religiosa es durante los segundos en los que los fieles se dan la paz. Sin embargo, este momento no está presente en todas las ceremonias religiosas, ya que depende del sacerdote y de si la ceremonia religiosa es con misa o sin ella.
  • La última parte de la liturgia en la que solemos intervenir es en la comunión, con una obra sacra completa y más extensa, que durará hasta que todos los fieles terminen de comulgar y el sacerdote guarde sus utensilios. Por tanto, esta intervención será algo más corta si únicamente comulgan los novios. Tras esto, tiene lugar un momento de reflexión por parte del sacerdote en la que podemos continuar tocando, pero donde a veces se exige silencio absoluto, según el sacerdote. En algunas iglesias prefieren que en este momento no suene ningún Ave María, ya que el acto se refiere a Jesucristo y no a la virgen.
  • Al final de la ceremonia, es el momento de las firmas y fotos. En este punto, podemos tocar un par de obras completas, hasta que los invitados abandonen la iglesia. Podría darse el caso, por tanto, de que los invitados salgan antes de que hayamos podido tocar todas las canciones, por lo que os recomendamos escogerlas por orden de preferencia, de cara a que suenen las que más os gusten. En este punto, generalmente podemos tocar cualquier estilo de música, ya que la liturgia ha acabado, pero esto depende de cada iglesia. Si tras la ceremonia debemos tocar también en la copa de espera, os recomendamos no escoger demasiadas canciones de cara a que podamos salir antes que los invitados para que podamos estar preparados antes de que comience la copa de espera.
  • Por último, podemos tocar una obra en la salida nupcial. Este momento se produce cuando los novios ya están solos en la iglesia y van a efectuar su salida, por lo que la música durará el tiempo que ellos tarden en salir. Se trata de un momento íntimo que únicamente escucharán los novios, ya que los invitados generalmente ya se encuentran dispersos por el exterior, preparados para lanzar el arroz y sus vítores a los novios. Si después debemos tocar en la copa de espera, os recomendamos no escoger ninguna canción en este momento, ya que saldríamos demasiado tarde de la iglesia y no tendríamos tiempo para prepararnos antes de que comience la copa de espera.

En resumen, así quedaría la lista de momentos y obras:

1. Entrada del novio y de la novia: 1 ó 2 obras acortadas
2. Interleccional: 1 fragmento de obra sacra
3. Rito del matrimonio: 1 obra en bucle para piano solo
4. Ofertorio: 1 fragmento de obra sacra (solo si hay misa)
5. Paz: 1 fragmento de obra sacra (solo si hay misa)
6. Comunión: 1 obra completa sacra
7. Firmas y fotos: De 2 a 4 obras completas
8. Salida nupcial: 1 obra opcional

Ejemplos y sugerencias

1. Entrada del novio: Marcha Nupcial, de Mendelsohhn o Wagner / Air, de Bach / BSO de Gladiator, de H. Zimmer / BSO Braveheart, de J. Horner.
2. Entrada de la novia: Marcha Nupcial, de Mendelsohhn o Wagner / Canon, de Pachelbel / Only Time, de Enya / A Thousand Years, de C. Perry.
3. Interleccional: Hallelujah, de L. Cohen / Air, de Bach / Oda a la alegría, de Beethoven / BSO de Los chicos del coro, de Rameau / Arioso, de Bach / Ave María, de Schubert / Ave María, de Caccini.
4. Rito del matrimonio: Gymnopédie nº 1, de Satie / Canon, de Pachelbel / Claro de luna, de Beethoven / BSO de Titanic, de J. Horner / Air, de Bach.
5. Ofertorio: Ave Verum Corpus, de Mozart / Adagio, de Albinoni / Air, de Bach / Arioso, de Bach / Panis Angelicus, de Frank.
6. Paz: Oda a la alegría, de Beethoven / BSO de Los chicos del coro, de Rameau / Traumerei, de Schumann / Laschia ch’io pianga, de Haendel.
7. Comunión:  Air, de Bach / Arioso, de Bach / 
Panis Angelicus, de Frank.
8. Firmas y momentos finales: Por una cabeza, de Gardel / With or without you, de U2 / Forrest Gump Theme, de Silvestri / BSO de La vida es bella, de N. Rota / Hasta mi final, de Il Divo.
9. Salida nupcial: Marcha Nupcial, de Mendelsohnn o Wagner / Viva la vida, de Coldplay / Bittersweet Symphony, de The Verve / BSO de Amélie, de Tiersen.

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